Santo Toribio de Liébana
Bien, sepan ustedes que el Servicio Meteorológico Nasioná no tiene ni puta idea de el tiempo que hará mañana en Asturias... así que nos engañaron como a dos inocentones, por la noche sale el muchachuelo con su mapa por detrás y nos explica que en Asturias, mañana, hará un sol que te cagas. Albricias, por fin podremos ir a Picos! y nos vamos a dormir tan felices.
Nos levantamos, preparamos algo para picar en la caminata, cogemos el coche y a Fuente Dé directos..queríamos coger el primer teleférico… ya cuando nos acercamos empezamos a mosquearnos, del sol que te cagas nada de nada, pero pensamos que a lo mejor cruzaríamos las nubes y traspasaríamos la barrera lechosa con el magnífico teleférico.
Nos acercamos a la taquilla de billetes y preguntamos ¿qué tal el tiempo por allí arriba? … nos miró ferozmente el señor de los billetes.
-Miren, comprueben ustedes! Señalando una pantalla que tenía colgada, es la imagen de la güebcam que está en Cable ¡No se veía nada!
-Esto es lo que verán arriba, NADA! . Estos del tiempo siempre la cagan. Estaba verdaderamente enfadado.
-Compruebe! Y de un manotazo le da la vuelta a otra pantalla pequeñita que tenía dentro de la garita. Mire usted los pronósticos!
Se veían tres enormes soles sonrientes, grandes como soles:
Mañana: Sol
Mediodía: Sol
Tarde: Sol
-Este es el pronóstico en directo, en pantalla y por “interné” –casi vocifera- y ya ve la realidad, allí arriba no se ve nada, así que ustedes mismos. ¿quieren billete?
-No gracias, no hace falta..
Se me ocurrió preguntarle si por internet se podría acceder a la webcam instalada en El Cable.
-Sí. dobleuve, dobleuve, dobleuve cantur punto com
-Gracias. Otro día antes de venir consultaremos.
-Es lo mejor. Buenos días.
¿y ahora que hacemos?
Decidimos volver a visitar Santo Toribio de Liébana. Ya lo conocíamos pero valía la pena volverlo a visitar, así que nos fuímos s Santo Toribio. Cerrado. La madre del tano!
No había manera, llevábamos una racha asquerosilla. Estaba casi desierto, así que paseamos por sus alrededores, entramos en el claustro (me chiflan los claustros) estuvimos leyendo las leyendas del Beato tranquilamente hasta que aparecieron los clásicos imbéciles. Irrumpieron en el claustro silencioso dos matrimonios con sus correspondientes accesorios… se acabó la tranquilidad, los niños corrían medio histéricos profiriendo alaridos, las mamás se comunicaban a grito pelado como si estuvieran a seis kilómetros una de la otra y el colofón final fue cuando empezaron a sonar móviles y los orondos y pijos papás se pusieron a charlar cada uno con su teléfono de mil y una cosas… negocios uno, el amiguete el otro… explicando la última comilona y fardando de exquisiteces, conocimiento de los vinos y la amistad con el “chef” de cocina del último restaurante visitado. No te jode!
La madre que los parió a todos! Hay turistas que deberían estar prohibidos. Al fuego eterno los mandaba yo!
Salí rabiando, cagándome en sus muelas y a mil por hora… o eso o les monto un cirio en el claustro mismo que hasta el Lignum Crucis se arruga.
Encima, delante mismo del Monasterio habían montado una especie de “sala de fiestas/parking” de peregrinos con su tejadito y todo, lleno de bancos y tal para escuchar sermones a través de altavoces… parece que se les llena la iglesia y no saben donde meter a la gente, la cuestión es que para hacer una foto y que no se vea el tejado de la parada tuve que encaramarme y hacer filigranas, pero me parece que lo conseguí y se ve bastante bien
la puerta, una pasada
fuimos a ver una capillita cercana, cerrada y que ahora no logro recordar el nombre… un campanario sin campanas casi más grande que la misma capillita
este si, lo pillé escondido y por sorpresa, el campanario con campanas… tampoco se como se llama. El servicio de información, arriba y abajo, no funcionaban.
la “vista” desde la capillita, vean, vean las nubes al fondo y a lo alto… traidoras!
y “este” recochineándose ante nuestras narices… yo sí lo veo todo.
Terminado el paeo fuimos a comer a Arenas de Cabrales,
quesos, cecinas, embutidos de jabalí y sidra. Casi que le pillamos el tranquillo a servirnos culines sin desperdiciar una gota. No le hice una foto a mi marido escanciando, no se me ocurrió… estaba tan bueno el queso!
Y así terminó el día que tenía que ser soleado y resultó que no.
cuando llegué a casa, pillé la primera conexión wifi que encontré, tecleé dobleuve, dobleuve, dobleuve, cantur punto com, y allí estaba la webcam, entré y NO SE VEÍA NADA. Ya era de noche.
Para ustedes esta rosa, que vive y crece roja y hermosa en el claustro del Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Nos levantamos, preparamos algo para picar en la caminata, cogemos el coche y a Fuente Dé directos..queríamos coger el primer teleférico… ya cuando nos acercamos empezamos a mosquearnos, del sol que te cagas nada de nada, pero pensamos que a lo mejor cruzaríamos las nubes y traspasaríamos la barrera lechosa con el magnífico teleférico.
Nos acercamos a la taquilla de billetes y preguntamos ¿qué tal el tiempo por allí arriba? … nos miró ferozmente el señor de los billetes.
-Miren, comprueben ustedes! Señalando una pantalla que tenía colgada, es la imagen de la güebcam que está en Cable ¡No se veía nada!
-Esto es lo que verán arriba, NADA! . Estos del tiempo siempre la cagan. Estaba verdaderamente enfadado.
-Compruebe! Y de un manotazo le da la vuelta a otra pantalla pequeñita que tenía dentro de la garita. Mire usted los pronósticos!
Se veían tres enormes soles sonrientes, grandes como soles:
Mañana: Sol
Mediodía: Sol
Tarde: Sol
-Este es el pronóstico en directo, en pantalla y por “interné” –casi vocifera- y ya ve la realidad, allí arriba no se ve nada, así que ustedes mismos. ¿quieren billete?
-No gracias, no hace falta..
Se me ocurrió preguntarle si por internet se podría acceder a la webcam instalada en El Cable.
-Sí. dobleuve, dobleuve, dobleuve cantur punto com
-Gracias. Otro día antes de venir consultaremos.
-Es lo mejor. Buenos días.
¿y ahora que hacemos?
Decidimos volver a visitar Santo Toribio de Liébana. Ya lo conocíamos pero valía la pena volverlo a visitar, así que nos fuímos s Santo Toribio. Cerrado. La madre del tano!
No había manera, llevábamos una racha asquerosilla. Estaba casi desierto, así que paseamos por sus alrededores, entramos en el claustro (me chiflan los claustros) estuvimos leyendo las leyendas del Beato tranquilamente hasta que aparecieron los clásicos imbéciles. Irrumpieron en el claustro silencioso dos matrimonios con sus correspondientes accesorios… se acabó la tranquilidad, los niños corrían medio histéricos profiriendo alaridos, las mamás se comunicaban a grito pelado como si estuvieran a seis kilómetros una de la otra y el colofón final fue cuando empezaron a sonar móviles y los orondos y pijos papás se pusieron a charlar cada uno con su teléfono de mil y una cosas… negocios uno, el amiguete el otro… explicando la última comilona y fardando de exquisiteces, conocimiento de los vinos y la amistad con el “chef” de cocina del último restaurante visitado. No te jode!
La madre que los parió a todos! Hay turistas que deberían estar prohibidos. Al fuego eterno los mandaba yo!
Salí rabiando, cagándome en sus muelas y a mil por hora… o eso o les monto un cirio en el claustro mismo que hasta el Lignum Crucis se arruga.
Encima, delante mismo del Monasterio habían montado una especie de “sala de fiestas/parking” de peregrinos con su tejadito y todo, lleno de bancos y tal para escuchar sermones a través de altavoces… parece que se les llena la iglesia y no saben donde meter a la gente, la cuestión es que para hacer una foto y que no se vea el tejado de la parada tuve que encaramarme y hacer filigranas, pero me parece que lo conseguí y se ve bastante bien
la puerta, una pasada
fuimos a ver una capillita cercana, cerrada y que ahora no logro recordar el nombre… un campanario sin campanas casi más grande que la misma capillita
este si, lo pillé escondido y por sorpresa, el campanario con campanas… tampoco se como se llama. El servicio de información, arriba y abajo, no funcionaban.
la “vista” desde la capillita, vean, vean las nubes al fondo y a lo alto… traidoras!
y “este” recochineándose ante nuestras narices… yo sí lo veo todo.
Terminado el paeo fuimos a comer a Arenas de Cabrales,
quesos, cecinas, embutidos de jabalí y sidra. Casi que le pillamos el tranquillo a servirnos culines sin desperdiciar una gota. No le hice una foto a mi marido escanciando, no se me ocurrió… estaba tan bueno el queso!
Y así terminó el día que tenía que ser soleado y resultó que no.
cuando llegué a casa, pillé la primera conexión wifi que encontré, tecleé dobleuve, dobleuve, dobleuve, cantur punto com, y allí estaba la webcam, entré y NO SE VEÍA NADA. Ya era de noche.
Para ustedes esta rosa, que vive y crece roja y hermosa en el claustro del Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
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