vacances, excursions, viatges... si pot ser, a tot el món.

05 septiembre 2006

etapa Miage - La Balme




Tiiit Tiiit Tiiiit!!!!!!!!!!!!!!!!!!

el despertador suena a las 6,30 de la mañana, hemos descansado y toca diana. Nos levantamos, acicalamos dentro de lo que cabe y preparamos la mochila, sacamos la nariz y el tiempo continua medio tapado, nubes y niebla liviana, paciencia, a las 7 nos esperan para el desayuno, espabilamos y nos presentamos en el comedor, todo está preparado, la noche anterior nos preguntaron ¿café au lait, xocolat o infusions? Y tal como habíamos pedido estaba listo. El comedor estaba lleno de andarines somnolientos algunos y otros con una vitalidad desbordante, el ambiente es amigable y distendido. El desayuno sería repetitivo en todos los refugios, mermeladas de distintas clases, mantequilla, pan, leche y en algunos cereales o queso. Estos mismos ingredientes varían en: envasados o a granel y naturales. Las calidades gustosamente distintas. A destacar la calidad del pan en general, una perdición, pan blanco y moreno a discreción acabado de cocer. ¿cómo lo consiguen? Ni idea, pero allí está a nuestra disposición.
Esta primera mañana "conoceremos" a algunos de los grupos que encontraremos a lo largo delTour. Los valencianos, tres chicos y una chica, Nicole, en adelante la Mata Hari, y su marido actual y su guía particular, el "chef" para ellos y el "abuelo silbador" para nosotros, y a los del "pa amb tomaquet", un numeroso grupo muy heterogéneo de edades, condiciones y aún, creo, nacionalidades, cuyo nombre adquirieron al encontrarlos recién llegados al refugio comiendo a "cor que vols" con pan, tomates y embutidos, a pelo, sin aceite, sal ni ná. Bastante herméticos y curiosos por llamarlo de alguna forma.
Desayunamos abundantemente, en este refugio tanto las mermeladas como la mantequilla son caseras y de excelente calidad, no digamos la leche para los amantes del blanco y líquido elemento, yo opto por el “xocolat”, ya que el café, sintiéndolo mucho, en Francia suele ser de calcetín y mezclado con la leche me produce efectos “disuasorios” de buena mañana, no se encuentran “tolilettes” en todos los récodos del camino. Cada grupo desaparece del comedor para recoger los bártulos e iniciar la marcha.. Lo normal es pagar la estancia después de la cena por aquello de.... evitar huidos mañaneras, que, valga decir, no creo que sea habitual.

Nos despedimos del refugio no sin antes hacer unas fotos de su interior y la foto de rigor casi preparados para la salida.

Imagen

Imagen

(mochila, piolet y palos de esquí, raquetas de nieve y artilugios que no se ni para que sirven de la época del mítico Frison Roché, autor de otro mito literario, "El primero de la cuerda")

otro detalle de la decoración del Refugio Miage con el "abuelo silbador" en primer término:

Imagen

Preparados para iniciarel camino:

Imagen

Al haber empezado el primer día al revés, o sea, subiendo desde Les Contamines que es la población que, respetando el TMB , hubiéramos debido ir a buscar, empezamos a bajar pasando por el mismo camino de la ascensión del día anterior, y ya en La Frasse nos desviamos y cogemos una variante, un sendero estrecho que se adentraba en un bosque tupido, húmedo y muy cerrado hasta llegar al inicio del camino que nos lleva a la Combe de Armancette -como su mismo nombre indica una gran curva larga y bastante pesada- y el Chemin Bernard para desembocar a cielo abierto, cogemos un atajo para ahorrarnos la "combe" y terminar en el "chemin", en esta encrucijada nos encontramos al numeroso grupo del "pa amb tomaquet", nos cruzamos varias veces por el camino y al final cada grupo escoge un sendero distinto. Marchan pausadamente, lentos pero sin pausas, casi todos con paraguas, en realidad es el mejor instrumento para protegerse de la llovizna, es curioso ver avanzar un grupo de aproximadamente 10/12 personas (no llegué a saber cuantos iban) cada uno con su paraguas, el efecto multicolor es chocante. Nosotros, cubiertos con las capelinas, parecíamos más "auténticos" pero la capelina es un instrumento de tortura, el efecto de condensación que produce, produce, valga la redundancia, o provoca que termines tanto o más mojado que si andas bajo la lluvia al descubierto, bien, recordemos que no era lluvia, era llovizna, que no es lo mismo, si llueve fuerte te mojas de todas las maneras, con paraguas o capelina, es el sino. Para evitarlo lo mejor es llevar una funda para la mochila y andar con el GoreTex... pero... no todos teníamos funda mochilera. Inexperiencia!

Esta etapa es la única que iniciamos con un descenso, recordemos que habíamos subido 400 metros e íbamos al revés, así que... bajamos como mínimo lo mismo o casi y por descontado después de bajar hay que subir ¡faltaba más!

Salimos del bosque y avanzamos acompañados de las montañas decoradas con la nieve recién caída, nos acompañan asimismo las vacas, estamos en zona de pastos...

Imagen

en general resultó una etapa “puente” ya que al andar casi todo el día con nubes y nieblas no pudimos disfrutar del paisaje impresionante que, sabíamos, nos rodeaba.

Llegamos pronto al próximo refugio reservado, La Balme, aprox. a las tres de la tarde. Chalet o refugio nada recomendable para el fin de una etapa con lluvia o fria. La reserva correcta, el recibimiento borde, la sala de “estar” estrecha y desangelada y la estufa apagada, el dortoir cutre, y la comida escasa y de “pote”. ¿se nota que no quedamos contentos? Eso si, un magnífico espacio y vista para descansar en una tarde clara y soleada, pero no era el caso.

Si, si, habíamos llegado por el camino que se ve al fondo:

Imagen

la construcción destinada a “sala” de reposo o pic-nic con las agujas de La Penaz al fondo, se había levantado la niebla y empezábamos a disfrutar con lo que nos rodeaba:

Imagen

después de descargar, preparar la litera y ducharnos, (los servicios de lavabos y duchas con agua caliente eran correctos) nos tomamos nuestra cervecita y dedicamos a preparar la próxima etapa. Empezaron a llegar más caminantes, los “pa amb tomaquet” aparecieron y ocuparon la mitad del espacio alborozadamente y se dispusieron, otra vez, a deglutir una cantidad asombrosa de comida para matar el gusanillo, llegaron asimismo la “Mata Hari”, su marido y el “chef”. Por fin decidieron encender una pequeña estufa y allí nos reunimos todos a secar calcetines y camisetas... junto a Nicole, la Mata Hari. Una francesa de 65 años que hacía el tour con su tercer marido y un guía de su misma edad. Simpática, alegre, guapa, coqueta, animosa nos explicaba, entre risas y calcetines mojados, que sus dos primeros maridos habían decidido pasar a mejor vida y este era el tercero... ¿n'est ce pas cheri? Y así pasamos la tarde, saliendo y entrando del chiringuito, observando el tiempo, secando ropa, intentando poner en marcha un reloj con altímetro con la ayuda de un holandés solitario esperando la hora de la cena que era, como siempre, a las 7 de la tarde.

Cenamos sopa/crema de verduras con un ligero sabor de Starlux, eso si, podíamos repetir cuantas veces quisiéramos, unas albóndigas, sospechosamente prefabricadas, con salsa y creo recordar arroz y/o puré de acompañamiento, queso discretito, que no es lo mismo que a discreción, pan cutrillo y una fruta. El vino, asimismo, lastimoso y caro. Terminamos y nos vamos a la cama rezando para que mañana el cielo esté despejado.

No hay comentarios: